La noche no se acaba
entre el humo y la mugre
que hace costra sobre
las mesas

una rockola al fondo
parpadea en multicolor al ritmo
de Eskorbuto
rompiendo el lugubre gris
y cafe mierda de las paredes
como si se tratara de un alfiler
rompiendo una burbuja de brea

del otro lado, un viejo tratando
de recuperar su virilidad
ante el amplio desfile televisivo
de tangas y tetas
que brillan sobre la barra

y yo, en medio, tragando
la amargura de una caguama
pensando en como el mundo cambia,
se aleja y regresa al suelo

dejo la botella vacia sobre la mesa...
el mundo cambia? pura mierda
cambia el rumbo, cambia la musica,
cambia el arte, cambian las ideas,
y sin embargo, todo el lugar permanece,
como antes de tomar esta caguama.